jueves, 30 de agosto de 2012

Sin titulo


La muerte es el estado natural del ser humano y de todos aquellos seres a los que llamamos vivos. Pues la vida es la ausencia de la muerte y la vida es simplemente un acto de rebeldía ante el destino inevitable. Todo mundo sabe morir, pero no todos saben vivir. La muerte es para todos y la vida solamente para algunos. Es entonces cuando comienzas a creer en razones para esparcir el estado natural.
Pero, ¿por qué entregárselo a aquellos que no lo quieren y buscan rodearlo? Todo gira en torno al deseo; y el deseo es muerte. El deseo es ambición; y la ambición es solamente para los muertos. Muertos que respiran o que no lo hacen; muertos que caminan y aquellos que se dedican a dormir.
Entonces comienzas a abandonar el deseo y arrojar fuera de la vida la ambición, pero deseas no desear nada y ambicionas no buscar la felicidad. Porque aunque no lo creas, la felicidad es la ruta más rápida y sutil hacia la muerte. Pues esta es alegría; mientras que la vida es una agonía. Atacas a los vicios buscando la muerte, pero la salud es un camino más directo. Buscas el suicidio, pero el proceso natural es más real; y es solamente la muerte real la que te lleva al siguiente paso. La siguiente fase que no sabes si existe, pero algún día vas a alcanzar.
Buscas vivir, mientras buscas morir. Buscas felicidad mientras buscas jamás volver a soñar. Buscas la paradoja de ser alguien ante el objetivo de no ser nadie. Dejar de desear buscando morir; para llegar al estado natural.


No hay comentarios:

Publicar un comentario