lunes, 16 de julio de 2012

Habitaciones

Giras la perilla de una vieja puerta de madera, ya podrida por los años, la puerta se abre haciendo un rechinido agudo que aturde la silenciosa atmósfera de aquel lugar que no habías visto antes pero lo logras recordar. Tres paredes blancas, cuatro puertas, una pared azul y dos ventanas. Aquella habitación te recuerda a tu infancia, a un carro de juguete, a tu juventud, a una guitarra. Muchas opciones escondidas en pequeños espacios. No sabes que puerta tomar o si debes pasar por una ventana, no tienes idea de lo que hay del otro lado, prefieres regresar pero la puerta por la que entraste ya no está, solamente te queda ir hacia adelante, elegir entre cuatro puertas y dos ventanas.

Abres la primera puerta de izquierda a derecha desde tu perspectiva, entras. Observas detenidamente la habitación solamente para descubrir que es casi igual a la anterior, pero ahora son tres puertas y sin ventanas. Caminas tres pasos hacia el centro del cuarto, sientes que pisas algo volteas a ver hacia el suelo, ahora te encuentras parado sobre un papel. Amarillento, quemado, arrugado, aspecto de típico papel con muchos años de reposo y sin cuidado. Lo tomas y buscas descubrir su borroso contenido, un pequeño mapa; el mapa de aquel lugar en el que encuentras. Lo observas detenidamente buscando la salida y te percatas de que no existe salida alguna. Es un lugar interminable en el que te encuentras atrapado. Descubres que en la parte trasera del papel viene inscrito a máquina un mensaje, lo lees en voz alta.

Nombre del lugar en el que te encuentras: Vida. La única salida es la muerte, así que, es tu decisión seguir caminando y descubriendo nuevos lugares o morir.

Vuelves a dejar el papel en el suelo y continúas caminando sin conocer rumbo ni destino, solamente ibas cruzando habitaciones.