domingo, 18 de octubre de 2015

Hospital de la memoria

A través de la puerta pasan el resto de mis memoras;
con la esperanza de volver a ti, pero
la luna vacía no te permite recordar.

Entre una luna negra y estrellas sin brillo me envuelve el tormento;
quiero desaparecer este recuerdo amargo que no me deja volver a ti.

Busco tu habitación, corriendo entre aparatos y doctores.
Y en una puerta encuentro tu nombre y un número:
1109
El dolor se ilumina,
11:09
La última vez que te vi, cuando te grité;
cuando tu memoria murió y el tormento comenzó a perseguirme.

Te quiero; te extraño. El número me paraliza y el dolor se intensifica.
Contemplo,
mi brazo se estira
y con la perilla mi mano gira
y con la puerta mi cuerpo entra.
Mis ojos encuentran una cama vacía y una nota mental
Despierta....
En el fondo, la voz de un doctor. Su sueño no permitirá a su memoria volver.

Entre tubos unidos a mi cuerpo; una lágrima fluye.
Una mujer llora
¿quién eres mujer?

Y entre sus lágrimas secas y sin abrir la boca le escucho decir
Mi hijo no volverá.



martes, 4 de agosto de 2015

Amor de ciudad

Aquí no brillan las estrellas
pero la luz de los faroles.
No se escucha el canto de las aves
pero el arrullador sonido de la radio.
Aquella radio, que se encuentra siempre en la misma estación
de música que siempre toca la puerta de tu alma.
Aquí no se ven los paisajes que enamoran la vista
pero si los rascacielos que se imponen a ella.
No se escucha correr las aguas del río
pero si el murmullo de la gente alrededor.

Aquí no se ve todo, pero si se observa.
No se escucha, pero si se oye.
Aquí los sentimientos no son iguales.
Son mortales.