viernes, 1 de abril de 2016

Cordura

Aún recuerdo el día en que caminando por las calles de un paraíso desconocido; en el olvido.

Encontré tu Recuerdo. Era imposible que estuvieras aquí, frente a mí. Hace tanto que Lo había enterrado en el abismo de la memoria de mi vida pasada.
Todavía recuerdo donde Te puse, dentro de ese abismo que parecía habitación, junto a las historias del abuelo y las carcajadas de los amigos, ahí estabas Tú. Muy al fondo de aquella habitación oscura para que nunca lograras salir. Y hoy, aquí estás. ¿Cómo?...dime ¿Cómo saliste de allá?

Tanto tiempo ha pasado, ¿por qué estabas allá? No se. Pero a mi memoria vuelven los detalles del baúl donde Te lancé. Lo que estaba dentro:

Tu Rostro
formado por un contorno de suave desliz que cerraba en Tu barbilla que daba aquel tono dulce a Tu sonrisa; la recuerdo tan particular y bella.

Tu Sonrisa
custodiada por la carne de Tus labios, que alguna vez dio sabor a mi boca, que todo resguardaban: Tu sonrisa, Tu risa y Tu voz...

Tu voz, Tu voz, Tu voz... -me lo repetí tres veces tratando de recordar en donde la dejé.- Cierto...en el fondo del baúl junto a Tus ojos.

Tus Ojos
bellos cristales color del universo; guardando todo detrás de ellos: pensamientos, memorias, sentimientos, anhelos, deseos, sueños, pasiones...todo escondido detrás de aquellos, Tus ojos, cristales color de cielo.

Lo Demás, ¿dónde ha quedado? No está en la memoria del baúl. ¿Lo habrá consumido el polvo? ¿El tiempo? El tiempo, el tiempo, el tiempo...-tres veces me lo digo.- Lo cura todo ¿no?...no. Nada sana con el tiempo, solo se resguarda detrás de supuesta cordura y de olvido, reconfortante olvido.

Ese es el remedio del tiempo: falsa cordura y olvido. Remedio inútil...aquí estás. Te liberaste del olvido y acuchillaste a la cordura.

Ahora se cómo es que estás aquí, pero...¿por qué estabas allá? Responde. ¿por qué has vuelto? ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?...-lo dije tres veces.-

Te miro, no eres más que Tu Rostro, Tu Sonrisa, Tus Labios, Tus Ojos...y polvo de los restos de la vida pasada. Lárgate. Vete. Corre. No vuelvas. Ver el resto de ti acuchilla mi cordura.

Corro.

Por las calles del olvido. Por el paraíso desconocido.
Hacia el abismo. Hacia la habitación. Hacia baúles de recuerdos.

Me persiguen.

Los recuerdos. Las risas, los llantos, los gritos, las voces. Me persiguen. Corro entre el polvo de lo olvidado. Todo vuela. El polvo, en silencio, me mira.

Una pared.

¿Una pared? Esa no estaba aquí. Solo, de frente, ante la nada. ¿A dónde fueron todos? Los baúles, el polvo, las risas, los llantos, los gritos, las voces; ¿dónde están? Tu Rostro, Tu Sonrisa, Tus Labios, Tus Ojos...ya no están.

Abre los ojos. La luz.

¿Cuál luz? ¿Será la cordura?

La cordura, la cordura, la cordura...-tres veces.-

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