Ellos compartían algo,
ella nunca lo acepto,
pero compartían algo más fuerte que el
amor.
El sufrimiento pasado los unía,
fingían sonrisas:
para sanar la herida;
olvidar el dolor;
poner fin a la oscuridad de sus vidas.
Vivir sin vivir,
estaban muertos por dentro,
unieron noches eternas para sentir compañía
aunque sabían, que su única pareja
era su sombra misma.
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