Amanecer una mañana de abril y sentir el frío de enero. Ese es el sentimiento que se crea al no tenerte más aquí. Beber café: negro y ardiente, para despertar; para salir de mi sueño perfecto. Volver a la realidad. Abrir los ojos a un ya no estás más aquí, pues aquí solamente queda un alma y el olvido. Aquí no queda más que el cajón vacío donde guardaba el recuerdo de ti.
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